La fascia plantar es una estructura acintada formada por tejido colágeno que se localiza en la planta del pie y que se expande, a modo de abanico, desde el hueso del talón o calcáneo, hasta la región anterior del pie. Su misión es la de amortiguar los impactos y dar soporte al pie cuando caminamos, corremos o saltamos.
El paciente con fascitis plantar refiere dolor en la parte interna del talón. Dicho dolor se incrementa, hasta el punto de provocar cojera, tras permanecer en reposo o al levantarse de la cama por las mañanas, aliviándose trascurridos unos pasos. Conforme progresa la enfermedad también se aprecia un empeoramiento nocturno.
Tratamiento de la Fascitis Plantar.
Actualmente, el termino fascitis plantar está en desuso; ya que estudios confirman que no hay inflamación sino tejido degenerado, por este motivo se denomina fasciosis plantar, y por lo tanto, cambia el concepto de tratamiento, de ser antinflamatorio a ser regenerador.
Las técnicas para regenerar este tejido son varias y su aplicación dependerá del tiempo de evolución, la gravedad de la lesión y las características del paciente.
Por lo tanto, si el origen de la fascitis plantares una degeneración del tejido colágeno, de la estructura de la fascia, los tratamientos orientados a su regeneración serán los ídoneos (previa limpieza de los tejidos dañados).
Algunos tratamientos regeneradores son aquellos que buscan la destrucción del tejido dañado y una posterior regeneración tisular que acelere los procesos de restructuración. Las más utilizadas son las las ondas de choque, la punción seca,…
Uno de los factores determinantes para que estos procedimientos tengan un elevadísimo porcentaje de éxito es la precisión del tratamiento, saber que estamos en la zona. Nuestra práctica habitual es realizarlas mediante control ecográfico de alta resolución, así sabemos que estamos en el sitio más afectado y que, por ejemplo, infiltramos los factores de crecimiento en el sitio preciso. El papel de la ecografía de alta resolución para la recuperación de nuestros deportistas se multiplica porque, para tratar estas lesiones tan dolorosas, solemos hacer un bloqueo del nervio tibial posterior con anestesia.